“He aprendido y he tenido cambios sobre todo para ser feliz”
Marisol participó en un proyecto de jóvenes que le cambió la perspectiva de la vida y elevó su compromiso comunitario en el oriente de Guatemala.
Por Alejandra Samayoa
Marisol trabaja actualmente como vendedora en una boutique de Chiquimula, donde realizó practicas laborales como parte del proyecto de empleo digno.
Sueños, autoestima, felicidad, aprendizaje, experiencias, alegría, son palabras constantes durante la conversación con Marisol Felipe Méndez realizada después de que concluyó su día de trabajo como vendedora en Córdova Boutique, en Chiquimula, lugar donde trabaja desde febrero 2022.
Marisol confiesa que le gusta mucho trabajar vendiendo los vestidos de fiesta y de novia “porque ayudo a las personas y con los de boda es especial porque las personas quieren escoger el vestido de sus sueños”, comenta esta joven originaria de la comunidad Plan del Jocote, Chiquimula. Marisol, formó parte del proyecto de empleo digno de jóvenes implementado por Plan Internacional, como parte del Programa para construir resiliencia en comunidades vulnerables a la inseguridad alimentaria y crisis climáticas (Pro-Resiliencia) ejecutado por el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés) con financiamiento de la Unión Europea.
La joven agrega que desde que inició en el proyecto han cambiado muchas cosas en su vida personal, familiar y comunitaria “he aprendido y he tenido cambios sobre todo para ser feliz, a tener más auto estima, a seguir luchando por los sueños que uno desea, he aprendido mucho”, comenta que en la comunidad todavía es usual que las personas crean que las mujeres no deben trabajar fuera de casa porque eso es sólo para los hombres y que desde que inició con las capacitaciones recibidas en el proyecto ha empezado a transmitir esos conocimientos a su familia.
Formación integral para la juventud
El proyecto tiene como objetivo contribuir al mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de mujeres y hombres jóvenes de nueve municipios de Chiquimula, El Progreso y Zacapa. Desde el 2021 han trabajado con 431 jóvenes, 241 mujeres y 190 hombres y se espera ampliar la cobertura para alcanzar a 850 jóvenes de la región.
Como parte del proyecto las y los jóvenes reciben formaciones en igualdad de género, empoderamiento económico, misión y visión, valores, vocación de vida, autocontrol, comunicación asertiva, toma de decisiones, pensamiento crítico y creativo; así como capacitaciones en competencias laborales.
“Ahora ya puedo hacer mi curriculum de forma diferente, tengo un trato diferente con las personas aquí en el trabajo, me han enseñado a ser resiliente, aprender adaptarme a los problemas que vienen y salir adelante, hemos aprendido mucho porque nos han enseñado cosas que no sabíamos”, agrega Marisol quien comenta que uno de los aprendizajes más importantes ha sido aprender sobre el valor de las mujeres “porque hay temas como el machismo que no hablamos en la comunidad y que me han ayudado”.
Las y los jóvenes reciben capacitaciones en seguridad alimentaria y nutricional, género y competencias laborales.
Adicionalmente, las madres y padres de familia también reciben charlas formativas para que el proceso de inserción laboral de las y los jóvenes sea integral, “antes a veces me decían que las mujeres no tienen que trabajar, pero ahora mis padres han entendido que es un gran valor también para ayudarles a ellos, de lo que he aprendido también han aprendido mis hermanos porque ellos ven que puse en práctica lo que me enseñaron” comenta Marisol.
Las y los jóvenes que participan en el proyecto son miembros de las familias beneficiarias del Pro-Resiliencia, programa que tiene como objetivo mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de 30 mil familias, de 60 comunidades, de nueve municipios de los departamentos de Zacapa, El Progreso y Chiquimula; a través de actividades productivas y de empoderamiento económico.
“Además de trabajar también ayudo a mi familia en el huerto que tienen desde que están en el proyecto porque ahora producimos rábano, pepino, culantro, hierbamora y eso nos ayuda porque ya no tenemos que comprarlo afuera”, concluye Marisol.