Los desastres no son naturales
10 septiembre 2022
UNDRR, OCHA, CONRED y el Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala realizaron dos talleres sobre el abordaje adecuado de la atención humanitaria, incluyendo la prevención, así como el fortalecimiento de la resiliencia, desde las instituciones y desde la labor periodística
En los talleres se aboró la declaración que los desastres no son naturales, son el resultado de una amenaza derivada de un desequilibrio en el entorno o un fenómeno antropogénico que repercute en un asentamiento humano, el cual no cuenta con los recursos adecuados o no está organizado de forma tal que pueda resistir su impacto, y cuya población es vulnerable debido a la pobreza, la exclusión o por ser socialmente desfavorecida de alguna u otra forma. Una amenaza de este tipo se transforma en un desastre cuando se combina con la exposición y la vulnerabilidad para ocasionar la pérdida de vidas, lesiones y heridas, junto con pérdidas económicas.
Como dice el Informe GAR 2022 , existe peligro de no lograr los compromisos del Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, si no se unen esfuerzos
Fotografías de los dos días
El Informe explica como la emergencia climática y los efectos sistémicos de la pandemia de COVID-19 apuntan a una nueva realidad. Implica comprender y reducir el riesgo en un mundo de incertidumbre es fundamental para lograr el desarrollo sostenible. La mejor defensa contra futuros impactos consiste en transformar hoy los sistemas y aumentar la resiliencia abordando el cambio climático y reduciendo la vulnerabilidad, el grado de exposición y la desigualdad que impulsan los desastres.
Los desastres son de los principales obstáculos en el desarrollo de nuestras sociedades. Y la respuesta a la reducción del riesgo es el camino para disminuir este atraso. Miguel Barreto, Coordinador Residente, Miguel Barreto puso de ejemplo que cada dólar invertido en prevención ante los desastres equivale a $7 en recuperación. "La reducción del riesgo a desastres es el mejor negocio que existe. Y desde esta óptica, llamar a los desastres naturales, puede dar la impresión de que estos son inevitables y que las acciones humanas pueden hacer muy poco para prevenir o mitigar sus impactos. Los desastres son construcciones sociales del riesgo." enfatizó.
Una sociedad afectada, en reconstrucción, pierde capacidad en sus esfuerzos por cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una agenda con la que aspiran las Naciones Unidas a construir un mundo mejor.
La gestión de reducción de riesgo y los ODS no solo coinciden en cuestiones de cumplimiento, sino que cumplir varios de estos puntos es también cumplir con elementos básicos en la capacidad para prevenir y mitigar riesgos. Las decisiones para construir el desarrollo sostenible deben estar informadas por el riesgo. Los riesgos desconocidos, no abordados o desconocidos son el centro el corazón de la amenaza global para el desarrollo sostenible.
En el taller se tuvieron exposiciones de expertos de la Oficina de Asuntos Humanitarios, la Oficina de Reducción de Riesgos a Desastres y del Programa Mundial de Alimentos compartieron experiencias exitosas y algunas lecciones aprendidas para fortalecer el la prevención y atención ante los desastres, que como expresó un participante "al no ser naturales, son artificiales", es decir, provocados por el ser humano, así que está en manos de las personas el evitar, prevenir y buscar una mayor resiliencia.