Rompiendo barreras por la inclusión en Guatemala
‘Mi experiencia personal como mujer indígena con discapacidad ha sido muy complicada debido a la falta de información, accesibilidad y las escasas oportunidades
Me he enfrentado a muchas barreras, como la exclusión por ser indígena y mujer con discapacidad. He sentido la discriminación en diferentes aspectos de mi vida', Floridalma Bocel Raxtún ‘Flory’.
Flory es una mujer indígena con discapacidad de la comunidad lingüística Kaqchike, una zona rural de Guatemala. Flory ha experimentado discriminación y exclusión debido a su discapacidad, género y origen indígena. A pesar de estos desafíos, trabaja para mejorar la vida de otras personas con discapacidad en su comunidad.
"Mi primer voluntariado fuera de mi comunidad fue gran desafío. Me di cuenta de que las mujeres con discapacidad enfrentamos numerosas barreras discriminatorias. Además, ser mujer indígena de una zona rural y vestir indumentaria indígena también puede provocar exclusión. Sin embargo, descubrí que hay organizaciones y espacios donde nos reconocen y nos incluyen", relató Flory.
En 2020, Flory comenzó a trabajar con la colectiva "Mujeres con capacidad de soñar a colores", la primera organización compuesta exclusivamente por mujeres con discapacidad en Guatemala. Este colectivo, forma parte de la sociedad civil que colabora con al programa “Estableciendo las precondiciones para la garantía de los derechos de las personas con discapacidad", financiado por el Fondo de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (UNPRPD).
Este programa conjunto reúne a agencias de la ONU, el gobierno y la sociedad civil para avanzar en los derechos de las personas con discapacidad en Guatemala. Implementado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas; el programa tiene como objetivo establecer un sistema nacional de certificación que cumpla con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD). Esto busca garantizar que las personas con discapacidad puedan acceder a servicios públicos esenciales. Además, el programa proporciona capacitación a organizaciones de personas con discapacidad para fomentar su participación en la toma de decisiones que afectan sus vidas.
El programa ha brindado capacitación a 62 mujeres con discapacidad de comunidades rurales e indígenas en Guatemala. La capacitación se centró en estrategias para el monitoreo de los derechos humanos, utilizando un enfoque interseccional para promover la inclusión, el empoderamiento y el liderazgo, y cómo participar en el monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La capacitación proporcionó los conocimientos necesarios para identificar violaciones de los derechos humanos y tener la capacidad de expresarse y defender esos derechos.
"A través de este programa y mi participación en la colectiva, me sentí segura y encontré compañeras con diferentes discapacidades. He aprendido a romper barreras, a exigir inclusión y a trabajar por un cambio significativo en la sociedad", compartió Flory.
El programa ha generado una conciencia cada vez mayor sobre los derechos de las personas con discapacidad y, en particular, los derechos de las mujeres y niñas indígenas que viven en zonas rurales con discapacidad. A través de la participación de las personas con discapacidad se han logrado avances significativos en la implementación de la Convención. Los asistentes tienen ahora habilidades de defensa más sólidas y conocimientos técnicos para poder contribuir de manera más activa al desarrollo y establecimiento del Mecanismo Independiente de Monitoreo Nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
El programa, además, ha creado espacios de diálogo y consulta para que puedan expresar sus necesidades y propuestas en la toma de decisiones que los afectan. Esto ha permitido que sus voces sean escuchadas y que se tengan en cuenta sus opiniones en la elaboración de políticas públicas.
" Es fundamental que se nos tome en cuenta y se valore nuestra opinión. A menudo, otras personas hablan en nuestro nombre, pero esto no debería suceder, nosotras podemos expresar nuestros pensamientos, sentimientos y lo que realmente deseamos." expresa Flory.
La historia de Flory y los esfuerzos realizados por este programa demuestran que la verdadera inclusión requiere acción colectiva. Aunque todavía queda trabajo por hacer, la dedicación de personas como Flory y el apoyo de iniciativas como el Fondo de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, continúan rompiendo barreras y promoviendo los derechos de las personas con discapacidad.
UNPRPD es un mecanismo de financiamiento único que reúne a entidades de las Naciones Unidas, gobiernos, organizaciones de personas con discapacidad y sociedad civil para apoyar la implementación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible inclusivos a través de programación conjunta, desarrollo de capacidades e intercambio de conocimientos.
UNPRPD ha financiado más de 93 programas conjuntos en 87 países, impulsando avances significativos en la protección y promoción de los derechos de las personas con discapacidad.
Para obtener más información sobre el trabajo de UNPRPD, puede leer el informe anual de 2022
Tema relacionado: videos sobre certificación de personas con discapacidad