Todos estamos juntos en esto
22 abril 2020
La importancia de los derechos humanos para dar respuestas inclusivas y eficaces a la pandemia covid-19
En la respuesta y la recuperación del coronavirus los derechos humanos piorizan a las personas y producen mejores resultados
Los derechos humanos son fundamentales para dar forma a la respuesta a la pandemia, tanto para la emergencia de salud pública como para el impacto más amplio en la vida y los medios de vida de las personas. Los derechos humanos situan a las personas en el centro del escenario. Las respuestas que toman en cuenta y respetan los derechos humanos protegen la vida y la dignidad humanas. Dan lugar a mejores resultados en la lucha contra la pandemia, garantizando la atención sanitaria para todos. Pero también centran nuestra atención en quiénes son los que más sufren, por qué y qué se puede hacer al respecto. Preparan el terreno ahora para que nos centremos de nuevo en la creación de sociedades más equitativas y sostenibles, el desarrollo y la paz.
A continuación seis elementos que debemos tener presentes
- Proteger la vida de las personas es una prioridad; proteger sus medios de vida nos ayuda a hacerlo
Debemos abordar el impacto económico y social al mismo tiempo que la respuesta a la salud pública
Todos estamos juntos en esto. La prioridad es salvar vidas, y para ello, el acceso universal a la atención sanitaria es imperativo. Pero la crisis sanitaria ha desencadenado una crisis económica y social que está golpeando duramente a los individuos, familias y comunidades. Este impacto proviene de la propia enfermedad, pero también de las medidas necesarias para combatirla que se enfrentan a factores subyacentes como las desigualdades y la debilidad de los sistemas de protección. A menudo, afecta desproporcionadamente a quienes poseen menores capacidades para protegerse. Las acciones eficaces de los gobiernos para mitigar el impacto en el empleo, los medios de subsistencia, el acceso a los servicios básicos y la vida familiar, pueden proteger la vida de las personas, permitirles cumplir con las medidas de salud pública y facilitar su recuperación una vez que las medidas hayan sido levantadas
- El virus no discrimina; pero el impacto sí
Respuestas inclusivas a una amenaza mundial para asegurar que no se deje a nadie atrás
Todos estamos juntos en esto. Las respuestas deben ser inclusivas, equitativas y universales, pues de lo contrario no podrán vencer a un virus que afecta a todos, independientemente de su condición. Si el virus persiste en una comunidad, sigue siendo una amenaza para todas las comunidades, por lo que las prácticas discriminatorias nos ponen a todos en peligro. Hay indicios de que el virus, y sus repercusiones, están afectando desproporcionadamente a determinadas comunidades, lo que pone de relieve las desigualdades estructurales subyacentes y la discriminación generalizada que deben abordarse en la respuesta y las secuelas de esta crisis.
- Hagamos que todos participen en la respuesta
Participación en respuestas abiertas, transparentes y responsables
Todos estamos juntos en esto. Para combatir eficazmente la pandemia, todos debemos ser parte de la respuesta. La participación efectiva en la respuesta requiere que la gente esté informada, que participe en las decisiones que la afectan y que vea que las medidas que se tomen son necesarias, razonables y proporcionadas para combatir el virus y salvar vidas. Todos tenemos un papel que desempeñar, pero la forma más eficaz de maximizar la participación es mediante la evidencia, la persuasión y la propiedad colectiva. En una crisis, es necesario que las personas tengan capacidad de acción y puedan hacer oír su voz. Este es un momento en el que, más que nunca, los gobiernos necesitan ser abiertos y transparentes, responder y rendir cuentas a las personas que tratan de proteger. Se debe facilitar la contribución de las organizaciones de la sociedad civil, así como del sector privado y de las empresas.
- La amenaza es el virus, no la gente
Las medidas de emergencia y de seguridad, de ser necesarias, deben ser temporales, proporcionales y destinadas a proteger a las personas
Todos estamos juntos en esto. La pandemia plantea una grave amenaza a la salud pública con amplias implicaciones para la paz y la seguridad. Las fuerzas del orden tienen un papel que desempeñar en la lucha contra la enfermedad y en la protección de las personas. Puede que se necesiten poderes de emergencia, pero los amplios poderes ejecutivos, concedidos rápidamente con una supervisión mínima, conllevan riesgos. Las respuestas de seguridad severas socavan la respuesta sanitaria y pueden exacerbar las amenazas existentes para la paz y la seguridad o crear otras nuevas. La mejor respuesta es la que tiene por objeto responder de manera proporcionada a las amenazas inmediatas, protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos en el marco del estado de derecho. Este es un momento para la paz, para centrarse en la lucha contra el virus.
- Ningún país puede superar esto solo
Las amenazas mundiales exigen respuestas mundiales
Todos estamos juntos en esto. La solidaridad internacional es esencial en la respuesta mundial: ningún país puede vencer esto solo y algunos países están mejor equipados para responder que otros. Así como ningún país puede permitirse el lujo de dejar atrás a las personas, el mundo no puede permitirse el lujo de dejar atrás a un país si se quiere vencer al virus.
- Cuando nos recuperemos, debemos ser mejores que antes
Todos estamos juntos en esto. La crisis ha revelado debilidades que los derechos humanos pueden ayudar a resolver ¿En qué mundo queremos vivir cuando todo esto termine? La forma en que respondemos ahora puede ayudar a dar forma a ese futuro, para bien o para mal. Debemos asegurarnos de no hacer daño mientras nos centramos en la crisis inmediata. Es fundamental considerar el largo plazo al planificar nuestras respuestas a corto plazo. La crisis está revelando debilidades en la forma en que se prestan los servicios públicos y desigualdades que impiden el acceso a los mismos. Los derechos humanos nos ayudan a responder a las prioridades inmediatas y a desarrollar estrategias de prevención para el futuro.